Encuentro de Mujeres Sindicalistas
De cara al tratamiento en el Congreso del proyecto oficialista de reforma laboral encubierta, referentes de Género de ambas CTA, la CGT y la CTEP discutieron en la sede de nuestra central acciones de visibilización respecto del recorte de derechos y anunciaron que presentarán otro proyecto que incluya la agenda de las trabajadoras.
Tal como lo anunció el presidente Mauricio Macri durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación el 1º de marzo, el gobierno envió al Parlamento un proyecto de reforma laboral encubierta. El título suena alentador: ’Equidad de género en el mundo laboral’. Sin embargo, las representantes de las tres centrales sindicales coincidieron en que se trata de una reforma laboral encubierta.
“El proyecto le da facultades exorbitantes al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social para intervenir sindicatos y no homologar convenios, en caso de que exista una discriminación, pero sin clarificar de qué hablamos cuando hablamos de discriminación de género, sin multar a los patrones que ejerzan discriminación de género, y además incorpora figuras flexibilizadoras y que precarizan”, expresó la diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, Vanesa Siley.
La también secretaria general del Sindicato de Trabajadores Judiciales (SiTraJu), además detalló: “Escondido en algún artículo, se habla de ’teletrabajo’, que es el trabajo desde los hogares, que existe en varias partes pero que no está regulado en Argentina aún. Si se introduce un instituto nuevo a la norma principal del trabajo que es la Ley de Contrato del Trabajo, tiene que estar regulado porque si no es fruto de abuso de las patronales. Siempre ha sido históricamente así en el derecho del trabajo”.
“A diferencia de otros momentos, nosotras no salimos a decir solo que no. Presentamos nuestro propio proyecto, sabiendo que el problema de las brechas hay que solucionarlo, que las licencias por cuidados hay que incorporarlas, que la ampliación de licencias paternales y maternales hay que incorporarlas, y lo hicimos con un marco de unidad muy grande, de absolutamente todas las centrales obreras”, describió la también integrante del flamante Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN).
Las audiencias en el Congreso serán de carácter informativo y comenzarán el martes 11 con la participación de representantes del Ministerio de Trabajo y del Instituto Nacional de las Mujeres. El martes 18 van a participar referentes de ambas CTA, de la CGT y la CTEP; y el 25, las mujeres sindicalistas.
“Estamos caminando con mucha satisfacción esta articulación de compañeras de todas las centrales sindicales y también de las organizaciones de la economía popular, en función del debate que se instaló en el Congreso de la Nación, por el proyecto que llaman de ’reducción de las brechas’”, manifestó la secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA, Estela Díaz, y agregó: “Hemos hecho un proceso de discusión más que importante con las compañeras de todas las organizaciones donde planteamos cuáles son los ejes que para nosotras son fundamentales para que realmente haya reducción de las brechas. Y pudimos hacerlo con las compañeras de la Economía Popular (CTEP) que si bien a ellas no les impacta directamente el debate de la reforma de la Ley de Contrato de Trabajo pero sí entendemos que, por un lado, fija pisos de derechos, y esto impacta no solo en el trabajo formal sino también en la informalidad. Pero también, lo que hicimos como parte del compromiso es que vamos a promover iniciativas juntas, que cuando hablamos de licencias, de cuidados, de reducción de brechas para las mujeres en el mundo del trabajo, es un debate en el que nos identificamos todas como trabajadoras más allá de estar en sindicatos, en el trabajo formal, informal, en la economía popular. Así que es toda una experiencia que fortalece la unidad de las trabajadoras, nuestra identidad como trabajadoras y las iniciativas para ponerle voz para que no nos hablen a nosotras y seamos nosotras las que planteemos la agenda que como trabajadoras es fundamental impulsar. Además teniendo en el Congreso de la Nación una bancada sindical que nos representa y en este caso están Vanesa Siley y Hugo Yasky”.
Claudia Lázzaro, del Sindicato de Obreros Curtidores, es la responsable de Género y Derechos Humanos e integra el espacio de Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de Trabajadores. “Elaboramos en unidad un proyecto alternativo al que presenta el macrismo, donde hablamos de cómo eliminar las brechas salariales y también tenemos en cuenta la tarea de los cuidados y con licencias que son más beneficiosos para el conjunto de las trabajadoras y los trabajadores”.
“El proyecto oficial tiene un matiz antisindical que predica la intervención a los sindicatos. Entonces, nosotras estamos convencidas de que las mujeres defendemos y fortalecemos las organizaciones gremiales y le decimos claramente al macrismo que no van a poder intervenir a las organizaciones sindicales en nuestro nombre. Vamos a participar de las tres audiencias que están convocadas en el Congreso, vamos a escuchar al oficialismo cómo han hecho un proyecto sin consultar a las trabajadoras, que modifica la Ley de Contrato de Trabajo y tiene injerencia dentro de los Convenios Colectivos de Trabajo. Vamos a estar en la segunda audiencia con las centrales sindicales y vamos a estar no sólo con la presencia, sino con la voz, en la tercera audiencia donde están convocadas las mujeres sindicalistas”, aseguró Lázzaro quien agregó que también están pidiéndoles en reuniones formales a diputadas y diputadas que acompañen la iniciativa de las trabajadoras.
En tanto, Dora Martínez, secretaria de Género de la CTA Autónoma, afirmó: “El proyecto del macrismo sigue avanzando o queriendo avanzar sobre los derechos de la clase trabajadora. En particular a las mujeres y a las diferentes elecciones de género, esto nos atraviesa porque de alguna manera lo que hace es cosificar en una cuestión binaria una relación de poder entre patronal y trabajadores y trabajadoras. Pero por otro lado intenta cosificar en el rol doméstico a las mujeres cuando plantea avanzar en las modalidades de trabajo como el ’teletrabajo’, o sea desde la casa. O sea, que el proyecto es discriminativo hacia nosotras porque lo que dice es que la mujeres tenemos que quedar en el ámbito doméstico”.
“Lo que hace es profundizar la desigualdad porque no hay un reconocimiento de los distintos modos de precarización que nos ataca mayormente a las mujeres. Entonces, entre esos puntos y otros más que no ayudan a resolver la brecha salarial, tan desigual todavía entre varones y mujeres, especialmente en el ámbito privado, lo que nosotras estamos señalando con la crítica es que primero hay una identidad de clase, que no tiene que ser solamente la mujer organizada y afiliada a un sindicato, sino que también las mujeres de la economía popular también tienen que ver y son clase trabajadora. Entonces le estamos diciendo no a un proyecto flexibilizador que defiende al capital y no al trabajo y que no se trata de una cuestión binaria, sino que a esta altura de los hechos y del mundo, la identidad de géneros es una construcción personalísima y hay que respetarla. Y el proyecto no la respeta”, agregó Martínez.