Fechas patrias para mirar al futuro
Por Victorio Paulón para El Cohete a la Luna
El caso Vicentin, la red de espionaje macrista, el fachismo patronal de Coto y el movimiento obrero
El 1º de julio se cumplió otro aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón: la clase trabajadora enfrenta los viejos problemas para reivindicar sus derechos, encuentra los mismos enemigos y asume las históricas banderas de la justicia social, la independencia económica y la soberanía política. Su muerte llenó de gran dolor el sentimiento de la masa trabajadora argentina, ampliamente identificada con su figura y con los beneficios obtenidos por los trabajadores durante su primer gobierno.
Se iba con el General el gran árbitro que apoyó conquistas económicas como los convenios colectivos por rama de trabajo, el aguinaldo o el fifty fifty (mitad y mitad) de los ingresos del país para burgueses y proletarios, llegados estos por millones a trabajar en la naciente industria. Conquistas políticas, como la independencia soberana del país ante las presiones de los imperialismos dominantes con la Junta Nacional de Granos, de Carnes y el monopolio del Comercio Exterior, la nacionalización de los ferrocarriles ingleses, los teléfonos o la electricidad. Sociales, como el voto femenino, los sindicatos y la disminución drástica de la pobreza. E indiscutibles razones sentimentales, como la adhesión al recuerdo de Evita, los repartos de juguetes y máquinas de coser o los torneos intercolegiales y triunfos deportivos de la celeste y blanca por doquier.
Cien días de cuarentena. Más de 1.200 muertos por coronavirus, 70.000 contagiados, la pandemia en su pico más alto, el gobierno ajusta la cuarentena en el AMBA, y el futuro inmediato teñido de incertidumbre. El mundo está en una niebla global que apenas permite vislumbrar los contornos de las cosas. Paralizada la economía, en franca caída por su propio peso, el consumo suspendido por causa del encierro. En ese mundo estamos situados enfrentando la muerte y cuidando del hambre a los que nada tienen. En este marco también los escándalos cobran otra dimensión. Tanto el caso Vicentin, como la red de espionaje macrista y el fascismo patronal de Coto son tres hechos que tienen como partenaire al movimiento obrero.
Un entorno promiscuo
Esta semana quedó al descubierto la ruinosa deriva de la empresa nacida en la Avellaneda santafesina como almacén de ramos generales, que fue creciendo una dictadura tras otra hasta convertirse en una megaempresa que controla desde el acopio y exportación granaria hasta la producción de aceites y otros productos vinculados al consumo popular. El juez de la convocatoria Fabián Lorenzini, de reciente designación, fue durante más de 20 años funcionario del Banco Nación de Reconquista y su firma aparece estampada en varios de los préstamos que la entidad le otorgó a la concursada. Esa vieja cercanía explica su rechazo a la intervención designada por el gobierno nacional y su negativa a la propuesta de la Inspección General de Personas Jurídicas de la Provincia de Santa Fe. En respuesta, el gobernador firmó un decreto de intervención al puerto de Reconquista. En 1999, una parte del Puerto fue concesionada por 30 años a Ríos del Norte SA, conformada por Vicentin SAIC y Buyatti SAICA, según El Diario, de la ciudad de Santa Fe. el informe del representante del poder ejecutivo, Martín Deltin reveló que supuestamente “la ‘Terminal A’, espacio operativo de cargas y almacenamiento de granos y aceites, está inactiva y sin operaciones desde el año 2004”.
De acuerdo al trabajo realizado por Deltin, “ello es así porque ‘Terminal A’ no efectúa un embarque desde el año supra indicado, no registra movimiento portuario alguno”, situación que configura “un claro incumplimiento de la concesionaria de la citada terminal al no garantizar una carga mínima de la principal obligación contractual”. Deltin denunció ante Prefectura Naval Argentina “el acopio y embarque no registrado ni autorizado del Buque Transbordador ‘Cynthia’ matrícula 01478”, el 26 de mayo de este año, lo que indica que sí hubo actividad en la terminal.
La Federación de Aceiteros y el Sindicato de los Trabajadores Aceiteros de San Lorenzo se presentaron en el expediente pidiendo ser parte y advirtiendo que no mirarán cruzados de brazos perderse miles de puestos de trabajo. La única fuerza social organizada capaz de romper la inercia liquidacionista de los concursos preventivos y quiebras elaboradas tras minuciosos vaciamientos reside en los propios trabajadores. La lucha obrera que más legitimidad ha acumulado en tiempos del reinado neoliberal es por la defensa de los puestos de trabajo. El único manifiesto de la totalidad de los sindicatos y centrales sindicales en varias décadas ha sido en apoyo a la expropiación de Vicentin y en defensa de los puestos de trabajo de esa firma.
Una preocupación adicional para los Vicentin es el avance de los juicios por delitos de lesa humanidad que se están ventilando estos días en los tribunales federales de Reconquista con el testimonio de las víctimas que señalan a los propietarios y altos funcionarios de la empresa como entregadores de las listas de delegados y activistas y apoyo directo a las fuerzas represivas en los secuestros, muchos de ellos en los puestos de trabajo en sus horarios habituales.
A propósito de las propuestas sobre Vicentin: ¿Es posible pensar en una empresa del Estado, con participación de los trabajadores, que sean capitales mixtos? La respuesta de la Asociación del Personal Superior de Energía Eléctrica (APSEE) mostró desacuerdo con la calificación de Marcelo Mindlin y Pampa Energía que hizo el Presidente Alberto Fernández: “Cuando vemos que son capitales argentinos uno tiene la tranquilidad de no depender de otros. Ganamos soberanía, autoabastecimiento”, dijo Alberto. APSEE señaló que “lo fundamental es que la distribución y el transporte de la energía eléctrica tiene que estar en manos del Estado, porque no solamente la energía es un bien necesario y un derecho humano, sino que no puede dejarse a un tercero que lo único que le interesa es el tema económico». Para APSEE, el recuerdo del sospechoso apagón internacional del Día del Padre de 2019 está tibio todavía. Hay demasiado olor a macrismo tarifario.
El 9 de julio la pelea por la vindicación soberana de la patria será entre los hijos del rigor que aplauden a sus explotadores rodeados de confusión mediática y la conciencia renovada del respaldo a la expropiación que se expresó en la rotunda solicitada de respaldo a la medida firmada por todas las fuerzas obreras y populares y lo respaldará con un “ruidazo nacional” de cuarentena.
“Son tan vigilantes que se espiaban entre ellos”
No por novedoso sino por grotesco e impune el descubrimiento de la banda de espías institucionalmente organizada por el macrismo conocida como “Súper Mario Bros” está en la información cotidiana. Espionajes a granel, donde no se salvaba nadie, causas armadas para debilitar a la oposición y hacer pasar las medidas de ajuste y saqueo con las que acompañaron el endeudamiento y la fuga. Especial empeño en la persecución a Hugo y Pablo Moyano cuando decidieron el 21 F que encabezaría la resistencia a la abortada Reforma Laboral. Pablo lo explicó cortito y al pie: “Se espiaban entre ellos”. La resistencia sin cuartel de los maestros, particularmente de los docentes bonaerenses, explica el ensañamiento contra Roberto Baradel, sus hijos e incluso su nieto. “Ni siquiera un reconocimiento tuvo con nuestros compañeros Sandra y Rubén, que murieron preparando el desayuno a los chicos”, señaló “Roby”.
Como siempre a lo largo de la historia, el principal enemigo de los gobiernos de derecha en nuestro país es el movimiento obrero organizado y resistente. Ahora vienen los enjuagues, el enredo judicial, las idas y vueltas, pero los hechos y los delitos están a la vista. La persistencia organizada de Madres, Abuelas y organismos de derechos humanos consiguió vencer la resistencia del terrorismo de Estado y lograr la condena de más de un millar de represores. Fueron años, de marchas, reclamos y aguante. Pasaron las leyes del perdón y los indultos, pasaron los juicios de la verdad hasta que en el mandato de Néstor Kirchner se derogaron los obstáculos y llegaron las condenas.
Los Súper… explotan
Sigue siendo noticia la cantidad y locación de los contagiados entre los empleados de los supermercados. Coto es un verdadero ejemplo. Armado hasta los dientes para prevenir saqueos, fugador serial en el 2001, blanqueador con Macri y nuevamente fugador al final de su mandato, Don Alfredo se consagra como arquetipo del empresario mafioso en esta época. Emulando tal vez al Yabrán de los tiempos del menemismo, utiliza los mismos métodos de patota organizada para imponer condiciones de trabajo. Tiene un gerente como Eduardo Búfalo y un dirigente como Ramón Muerza que le ha montado una estructura sindical para controlar a los trabajadores y así los somete a condiciones aberrantes de trabajo (como la negativa a cerrar locales donde se hayan detectado contagios del coronavirus). Según el sitio Infogremiales: “Tras 105 días de cuarentena, trabajadores y delegados de Coto firman una carta abierta en la que ya contabilizan “Casi 300 casos de Covid positivos en AMBA y 56 sucursales en completo abandono sanitario mientras todos hacen la vista hacia otro lado”. Por ejemplo, las redes reflejaron que desde hace varios días comenzaron los casos de contagio por Covid-19 en la sucursal que tiene la empresa Coto en Independencia y Boedo (llegaron a 27 los contagiados) y hay empleados de la sucursal que son obligados a trabajar, más allá de que se hayan reportado contactos con contagios confirmados. “Yo te conozco” enferma a los trabajadores y resiste el control de los gobiernos municipales. De otros tiempos vienen los relatos de las parecidas sanciones que sufrían los choferes de los blindados transportadores de caudales de la empresa de Yabrán que alertaban por el grado de castigo, como aislamiento, quita de salarios y la militarización impuesta por los mandos. Los delegados ya tienen relevados 644 casos en los súper, aunque creen que son muchos más por la reticencia de las empresas a dar información. La cadena Día% nunca informó ningún contagio, señaló el referente Mario Amado, de La Voz de Comercio.
El final de la era Cavalieri al frente de la Federación y el potencial económico de la estructura la convierte en una presa codiciada de este tipo de patronales que no reconoce límite alguno. Covid-19 ha puesto en tensión la vida a suerte y verdad. Lejos de bajar la cabeza los mercantiles, en especial los de supermercados con gran número de empleados (Coto emplea a 19.000 personas), se han visto empujados a dar un paso al frente. Las variadas agrupaciones que pretenden ponerse al frente de la resistencia con una actitud combativa tienen ante sí el desafío de construir la unidad necesaria para ganar la conducción y cambiar la historia.
La Internacional de Deliverys
La tecnología representa muchas oportunidades pero también facilita la precarización de las condiciones laborales del personal esencial que realiza repartos de todo tipo de mercaderías con su secuela de muertes por accidentes previsibles y desamparo a familias de trabajadores no registrados. Una fortísima huelga se sintió en ciudades de todo el mundo: en Rosario, Córdoba y Buenos Aires tuvo mucha fuerza, y alcanzó su pico de notoriedad el 1º de julio con el Paro Internacional de trabajadores de reparto por Apps en la ciudad de San Pablo y en muchas otras de Brasil, Colombia, Mexico y Chile.
La Organización Internacional de Trabajo (OIT) alertó en su último informe, recientemente publicado, sobre el contundente impacto de Covid-19 en el mercado laboral mundial. La organización informó que las horas de trabajo en el segundo trimestre del año disminuyeron 14% en todo el mundo, un equivalente a nada menos que 400 millones de empleos a tiempo completo (sobre la base de una semana laboral de 48 horas). La transición se anuncia mucho más brutal de lo que se hubieran deseado.
El presidente de Airbus declaró que el hundimiento será inexorable: “La baja de la producción inmediata de Airbus será de más de 40% lo que equivale a una pérdida laboral de 40.000 empleos.” La aeronáutica ha pasado brutalmente al mundo de mañana, un mundo dominado por las cuestiones climáticas, donde viajes intercontinentales sin límite y el turismo de masa no estarán más a la orden del día.
Los sindicatos sólo han atinado a manifestar estupor y piden “retiros voluntarios”. Pero la situación parece sin retorno. El 70% de la flota de aviones mundiales está parada. Macron invierte: 15.000 millones en Airbus, 7.000 en Air France. La misma situación en Alemania (9.000 millones a Lufthansa), Boeing igual… La pelota está del lado de los gobiernos. Se debió actuar rápidamente para un nuevo paradigma económico. La marea verde de las elecciones municipales es probable que llegue hasta el Élysée… 2022, aunque parezca demasiado tiempo.
La uberización del mundo del trabajo
Luis “Pájaro” Fernández es presidente de la Asociación de Taxistas de Capital y salió con los tapones hacia adelante contra el ministro de Transporte Mario Meoni: “Luchamos contra la política macrista de traer empresas monopólicas de aplicación como Uber y otras. Buscan en tierra de nadie imponer condiciones de esclavitud a los trabajadores eliminando todo tipo de regulación no solo de transporte sino también laboral. Luchamos contra la ‘uberización’ de la economía, el sueño neoliberal de obtener la mayor renta posible con el menor costo».
«Cuando en el pico de los contagios el gobierno activa una política para bajar el traslado de personas no solo en los trenes, subtes y colectivos sino también en autos particulares, el ministro Claudio Meoni sale a decir que cualquier auto particular sirve y poco importa si está habilitado para transportar personas. Lo que en buen criollo significa que está habilitado para sacar permiso de circulación. Él debe saber que la ley nacional no permite contrato privado de transporte si ese servicio no está habilitado por la autoridad de aplicación. Nosotros depositamos en el gobierno nacional toda la esperanza de salida de esta situación, pero Meoni, lamentablemente parece ser ministro de otro gobierno”. El “Pájaro” dejó su cierre para pensar y repensar la salida de esta crisis: “La única lucha que se pierde es la que se abandona”, esta lucha se resolverá en la calle cuando las condiciones de la pandemia lo permitan. Lo que le estamos reclamando a nuestro Presidente Alberto Fernández, atentos a lo que el pidió que cuando se equivoque que se lo recordemos, es que los argentinos no queremos ser empleados de Uber y que decimos nunca más al neoliberalismo. Con Macri vinieron, con el Frente de Todos deben irse”.
Con Alberto sólo no alcanza. Se impone cada día la necesidad de que los distintos ministros sintonicen los tiempos del cambio. La derecha es y seguirá siendo cerril y sus respuestas consecuentemente violentas. Cada política que implemente el Presidente, por racional que parezca, merecerá siempre la misma irresponsable respuesta. Se impone claramente la necesidad de unificarnos detrás de un programa mínimo para enfrentar el mundo que viene. Compañero Presidente, los que lo votamos no lo vamos a dejar solo en esta pelea y sostener la ofensiva implica ordenar el campo popular con sentido común y construir unidad de acción para sostener la tenida. El movimiento obrero tiene un rol central en esa tarea. La conciliación de intereses es posterior al resultado de esta compulsa. Debemos garantizar la aplicación de las políticas en curso. Renegociar la deuda sin concesiones suicidas, proteger a todos de la pandemia asesina y poner en marcha la economía redistribuyendo los recursos es solo el primer paso y en esa etapa estamos empeñados.