Sin planeta no hay trabajo
Ambiente y crisis climática: las tres centrales argentinas junto a la CSI y la CSA
28 de septiembre de 2017 por Secretaría de Relaciones Internacionales CTA
El martes 26 tuvo lugar un encuentro sobre medio ambiente de organizaciones del mundo laboral. Se denominó “Sindicatos por el clima: sin planeta no hay trabajo” y fue convocado por la Confederación Sindical Internacional y la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas.
Allí estuvo una delegación de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA-T, junto la CTA Autónoma y la Confederación General del Trabajo. También asistieron representantes de la Fundación Friedrich Eber y de la Organización Internacional del Trabajo.
El evento, que se desarrolló en un hotel del centro porteño, funcionó a través de paneles de discusión y debates entre los asistentes. Los ejes fueron el cambio climático, las tendencias y escenarios en el mundo y Argentina; convergencias sindicales en clima; la transición justa y las directrices de la OIT; el G20 y los espacios para la agenda laboral, entre otros temas.
A continuación compartimos algunos testimonios.
Sergio González, Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro
Esta es una reunión convocada por la CSI, propuesta por las tres centrales. Es un segundo encuentro, el primero se hizo en el 2015. Ahí las tres centrales acordamos metas para plantearle al gobierno y acordar al interior de la organizaciones, a través de 14 puntos que hoy estamos revisando.
El cambio climático ya está aquí, hoy tenemos que trabajar para frenar las emisiones de gases contaminantes, porque está en riesgo la civilización tal cual la conocemos. Esto no es el título de una catástrofe, sino que es la realidad. Es un proceso que avanza día a día. Necesitamos tener acciones concretas. En eso repercute la CSI en Naciones Unidas, como lo hizo con el Acuerdo de París o en la reunión del año pasado en Marruecos. Desde la CTA venimos manteniendo una participación en esto porque es urgente. Lo que hoy se está tratando es la transición justa. Cómo garantizamos que los trabajadores no pierdan derechos ni fuentes de trabajo y que los cambios sean para mejor. Es decir cómo cambiar los modelos productivos por un lado para que no sigan contaminando y por otro para que los trabajadores vayan hacia otro modelo productivo y garantizarles un lugar y bienestar. Lo que no está del todo estipulado es quién financia ese cambio y eso es muy importante. Hoy vemos cómo el cambio climático afecta las condiciones de trabajo y trae consecuencias como migraciones por sequías o inundaciones. Tenemos que trabajar fuerte en mitigar el cambio climático y cómo reconvertimos la economía en función de estos cambios, pero cuidando las fuentes de trabajo en la reconversión de la matriz productiva.
José Testoni, secretario general de CTA Santa Fe
Así como creemos en la negociación colectiva y la paritaria en el ámbito de nuestros lugares de trabajo, nosotros creemos que estos espacios multilaterales son instancias para discutir perspectivas a nivel internacional, con presencia de los trabajadores. Estos espacios hay que nutrirlos para generar espacio para las contribuciones de los movimientos sociales y los sindicatos. Ese ideal de negociación internacional hay que nutrirlo con un trabajo cada uno desde su aldea con una perspectiva internacional. Uno podría decir que desde los gremios en nuestros país hoy tendríamos otras prioridades. En el sector docente, por ejemplo, se está discutiendo un brutal ajuste en materia previsional, no tuvimos paritarias, el presupuesto 2018 se está discutiendo a la baja, no encontramos a Santiago Maldonado. Si tuviéramos que hacer una lista de problemáticas de los trabajadores, en las que la CTA ha intentado marcar presencia, probablemente el cambio climático no esté entre las prioridades. Tenemos que entender que muchas de las cuestiones que tienen que ver con el empleo, el modelo productivo y la distribución de la riqueza, se pueden desanudar por la vía del multilateralismo y los convenios internacionales con una correcta intervención de los trabajadores. Por eso uno cree en estos encuentros y en la capacidad que tenemos que tener las tres centrales argentinas en encontrar denominadores comunes que nos permitan intervenir positivamente, en un contexto desfavorable y para poner en agenda temas ambientales que si no hacemos un esfuerzo mediante campañas, no va a estar presente en las discusiones y la vida de nuestras organizaciones sindicales.
Porque pareciera que el lenguaje nos tiende una trampa y hablamos de cambio climático cuando en realidad deberíamos hablar de crisis climática. Un grado más de temperatura de promedio global en el planeta es consecuencia de la actividad del hombre. Eso hay que admitirlo para intervenir, que no se siga profundizando y se mitiguen las consecuencias. Que el pueblo en general no asocie las terribles inundaciones en Comodoro Rivadavia, la pérdida de suelo fértil, los índices de cáncer en las zonas de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba, que cuadruplican la media nacional no son castigos de la naturaleza sino que están vinculados a la actividad humana que con la voracidad corporativa no hemos podido contrarrestar. Esas actividades humanas hay que discutirlas y repensarlas y que los trabajadores no paguemos esa rediscusión del modelo productivo, que se haga mediante una transición justa. Pero debe hacerse porque hay actividades que van a dejar un mundo inhabitable para las próximas generaciones. Por eso, hemos conformado este espacio de ambiente en la CTA. Porque necesitamos especialistas, pero no creemos en el técnico que es trabajador sino en los trabajadores que se forman técnicamente para dar debate y transformar realmente para dar debate.
Daniel Angelim, responsable del área Medio ambiente y trabajo de la Secretaría de Políticas Económicas y Desarrollo Sustentable de la CSA
Esta iniciativa es muy importante. Nuestra bandera de lucha en la discusión sobre el cambio climático. Pero sí o sí debe ir al contexto de los países. Si logramos desde el sector sindical que nuestras demandas lleguen al documento del Acuerdo de París, este habrá sido un primer paso para avanzar en estrategias y planes nacionales, incluso para que pueda funcionar en la vida concreta de trabajadores y trabajadoras. Este encuentro busca trazar estrategias argentinas en el contexto argentino, que ahora es distinto de lo que fue cuando realizamos el primer encuentro, en 2015. Ahora cambiaron muchas cosas y entonces hay que actualizar la ruta. Hay un dicho que dice que si algo no está en la mesa, está en el menú. O sea, si no se discute, no hay oportunidad de tratarlo. Tenemos que prepararnos para dar la discusión sobre el cambio climático. La transición justa es necesaria y va a pasar sí o sí. Con el modelo actual, no sobreviviremos más de 200 años. Tenemos que cambiar el modelo, pero no con el costo sobre los trabajadores. Tenemos que conseguir fuerzas para que el costo no recaiga sobre los trabajadores.
Hay sectores que debemos revisar pero que cuentan con gran cantidad de trabajadores: el metalúrgico, el petrolero y el minero son sectores importantes en el contexto de las centrales sindicales. Hay ciertas resistencias frente al cambio. Tenemos que enfrentar esas resistencias y delinear una propuesta única, para estar todos en la misma sintonía y desarrollar un camino para todos los sectores, ir hacia un plan nacional que sea sostenible en Argentina.
Solano Mendoza, CTA Formosa
Para nosotros estos encuentros son de vital importancia, teniendo en cuenta que estamos en una provincia en donde tenemos comunidades aborígenes importantes, que tienen algunos reclamos respecto a la tierra. Nuestra provincia en los últimos años sufrió la invasión de empresarios que querían comprar tierras. Se hizo una legislación a los efectos de determinar los predios que iban a ocupar estas comunidades. Una vez que eso se llevó adelante, la falta de control y la depredación de estos terratenientes permitió que accedieran a adueñarse de grandes extensiones, sin cumplir con parte de la ley, que por ejemplo decía que por cada árbol que talaban, tenían que sembrar dos. La importancia de la participación en estos eventos es sumamente útil porque uno tiene la visión nacional y podemos conseguir apoyo no solamente de compañeros de las centrales de trabajadores sino de otras organizaciones que tienen más conocimientos con respecto a la lucha y el debate por el medio ambiente.
Pablo Ermini, CTA La Pampa
Estos encuentros son positivos porque ayudan a moldear la complejidad ambiental,a ir delimitándola, moldeándola, para ver, desde los espacios sindicales cuál es la oportunidad que tenemos de trabajar levantando la bandera del cambio climático. Hay un contexto internacional que le da otra forma a este tipo de reclamos, porque hay una especie de desazón, sobre todo por la respuesta de Estados Unidos. Se van diluyendo las esperanzas de que algún día disminuyan las emisiones. El tema del medioambiente es un camino que nos va a dar respuesta a las demandas del sector popular: calidad de vida, soberanía y gobernabilidad de los territorios. Hoy el gran peligro es hacer lectura de este discurso ecológico, que vaya en sintonía con la tendencia neoliberal, privatizadora de la derecha que viene avanzando por toda Latinoamérica. Hay que tener cuidado, hacer lecturas más finas y a la vez no estáticas, con el contexto. Son lecturas complejas pero en las el sindicalismo puede actuar. La participación en estos eventos, estar juntos dialogando, me parece que es una oportunidad muy importante.
Avelina Alonso, CTA Mendoza
Esto empezó en 2015, cuando tuvimos el primer encuentro y a pesar del momento que estamos viviendo, me permito decir que lo veo de manera optimista. A pesar de los retrocesos de los derechos conquistados por los trabajadores, algo a lo que nos va acostumbrando este gobierno, podemos reunirnos los trabajadores de las tres centrales sindicales para seguir debatiendo y poniendo en agenda la crisis climática, como le llamamos ahora porque ya tomamos conciencia que estamos en una crisis y ya no en un cambio. Necesitamos trasladarlo a nuestros compañeros en sus lugares de trabajo. Por eso lo veo de forma optimista, porque a pesar de estar en otros frentes de batalla más urgentes, podemos estar participando de estos encuentros que tienen tanta importancia a nivel internacional. Y así definir estrategias en dos tiempos: las estrategias a largo plazo y las de corto plazo. De tomar conciencia, de discusión, de poder llegar ya a nuestros compañeros con este mensaje. La del cambio sí es más a largo plazo. Pero si no empezamos a instalarlas hoy, tampoco vamos a poder provocar un cambio en el modelo productivo, al que tenemos que adaptar las fuentes de trabajo. Para nosotros no está ni primero ni segundo el derretimiento de los glaciares compitiendo con el hambre de nuestros compañeros. Hoy tenemos que atender a los compañeros que quedan sin laburo o precarizados, pero también es cierto que las crisis climáticas las sienten más nuestros compañeros más vulnerables.
Anabella Rosemberg, responsable del Área de Política Ambiental de la CSI
El evento de hoy era un evento de seguimiento a unos compromisos que se habían tomado las centrales sindicales argentinas hace dos años para consolidar el compromiso del movimiento sindical en la agenda del cambio climático. Lo bueno del evento es que no solamente confirmó el compromiso sino también la voluntad de las centrales sindicales en tomar el tema en la agenda del país. Tratar de concretizar algunos de los compromisos en torno a la movilización por un sistema energético más democrático, más limpio, con más participación de los trabajadores
una lucha contra la deforestación, que se vincula con la mala calidad del sector y en cooperación con el reclamo de los pueblos indígenas. Vemos que hay varios temas que emergen y campañas que podrían hacerse entre las tres centrales. Es un síntoma de madurez del movimiento sindical que cuando hay convergencias las apoya y consolida y abrimos un espacio para charlar aquello en lo que no estamos de acuerdo. También, como centrales sindicales tenemos la posibilidad de tomar distancia con respecto a la inmediatez de las necesidades del trabajador de ese sector y pensar en el futuro a 10, 15 años incluso el futuro para los hijos de ese trabajador. Hoy no hablamos de quitarle el pan al trabajador de la energía, sino de qué va a trabajar su hijo. Necesitamos dialogar con el trabajador para que entienda que vamos a un modelo de desarrollo diferente y cómo construimos como sociedad una alternativa para que sus hijos no tengan que preocuparse por la extinción de su puesto de trabajo sino que tengan acceso a fuentes de trabajo más sustentables, más limpias y que contribuyan a otro modelo de desarrollo.