Eduardo López: “Se hace trabajo al votar”
El Secretario General de CTA Ciudad y UTE, desarrolló las propuestas de los trabajadores para el escenario que se viene y que fueron debatidas en un encuentro intersindical realizado el pasado miércoles en la sede de SMATA.
Educación, modelo productivo, protección del trabajo y del mercado interno y nuevas tecnologías fueron algunos de los ejes por los que el docente transitó junto a Semanario CTA en una entrevista exclusiva en la que derribó el mito del mercado desregulado como mecanismo para atraer inversiones.
SemanarioCTA: ¿Cuál era la idea del encuentro realizado en SMATA?
Eduardo López: La idea era hacer propuestas para la etapa que viene, que sin duda va a ser una etapa distinta. La del macrismo empieza a terminar. Empezó a terminar en las calles y comienza a terminar dentro de dos domingos en las PASO de manera electoral, democrática y republicana. Entonces estamos pensando cómo dejar de caer, cómo reconstruir la patria. Elaboramos propuestas en lo que respecta, por ejemplo, a la educación: subir el porcentaje de producto bruto interno destinado a educación, reabrir las escuelas cerradas en todo el país; que la escuela vuelva a tener como centro el conocimiento y no los comedores. En lo que es desarrollo, producción, políticas de estado también tenemos propuestas para que el Estado sea el garante del trabajo. Queremos escuelas donde se estudie y los chicos que coman en la casa y a la escuela vayan a estudiar. Para que los chicos coman en la casa, los padres y las madres tienen que tener trabajo, y para que haya trabajo, tiene que haber un estado que defienda el trabajo. Como dice la frase (inspirada en la poesía de Antonio Machado): “trabajador, no hay trabajo, se hace trabajo al votar”. Bueno, hay que votar. Lo que queremos es normalizar: trabajo y educación para todos y todas y un estado que garantice esos dos derechos constitucionales.
SemanarioCTA: El macrismo quiso campaña prometiendo“vamos a construir un país normal”, pero el país normal es este que vos señalas un país donde padres y madres tienen un trabajo digno, bien pago, tienen acceso a la salud y los niños no tienen que ir a la escuela con hambre porque con hambre no se puede estudiar. Donde van a la escuela a aprender, a hacer actividades artísticas, etcétera.
Eduardo López: Ahora bien, esto en el mercado no lo garantiza, esto lo tiene que regular el Estado. Los fondos buitres, el poder financiero internacional no sólo van por nuestro bolsillo sino que van por los Estados-nación. Concretamente, el 30 por ciento de los padres nuestros alumnos, de la población económicamente activa, trabaja en una Pyme, en una empresita o tiene un negocio. ¿Cómo protegemos a una Pyme para que el papá de mi alumno tenga trabajo, para que mi alumno cuando se reciba vaya trabajar a una fábrica automotriz? ¿Cómo hacemos? Cuando un adolescente termina la escuela técnica tiene que ir a laburar o ir a la universidad. Para eso no hay que cerrar las universidades, como quiere este gobierno, y tienen que haber fábricas automotrices, cosa que el gobierno también quiere cerrar. ¿Cómo defendemos las fábricas automotrices, las fábricas textiles? Regulando la importación. No se puede competir con mano de obra barata de otros países semi-esclava, competir bajando las tarifas para que las Pymes no se fundan y no quiebren por tener que pagar la luz o el gas. Y las defendemos construyendo clientes, inventándolos. El cliente es un trabajador que tiene paritaria y puede comprar. Con estas tres cosas, hay fábricas. Si hay fábricas, nuestros alumnos tienen laburo y si tienen laburo, van a querer estudiar. Nosotros no preparamos a los estudiantes para que sean el primero de la fila de desocupados respecto de mil que tienen atrás. Educamos para que sean hombres y mujeres libres, críticos y socialmente responsables. Buena gente educamos para que vayan a la universidad y educamos para que todos y todas tengan trabajo no para que se peleen por tener un único trabajo mientras 99 se quedan afuera entonces. ¿Quién resuelve esto? El Estado-nación. Desdolarizando las tarifas, generando consumo para que la gente compre en las Pymes y regulando la importación porque no vamos a competir con Malasia, donde hay trabajo esclavo. Nosotros no vamos a ser esclavos de nadie. Si acá hay fábricas que producen calzados, muy bien, se regula y no entra calzado de afuera porque si no quiebran la fábrica.
SemanarioCTA: El secretario general de SMATA planteaba algo en diálogo con vos muy interesante. Tiene que ver con la responsabilidad que tenemos las organizaciones sindicales también en la formación, en la adquisición y en la apropiación del conocimiento.
Eduardo López: Claro. Porque es clave lo que pasa con las nuevas tecnologías, con las plataformas, con el conocimiento. No estamos en contra de las nuevas tecnologías del conocimiento y de la formación permanente. Pignanelli (Secretario General de SMATA) comentaba que tiene una tecnicatura superior en robótica automotriz. Excelente. No vamos a pegarle mazazos a las máquinas. Lo que sí tenemos que discutir es esa mayor productividad que generan las máquinas y la nueva tecnología. Esa ganancia de las máquinas queremos que sea volcada al bien común y el gobierno de patrones quieren que sea acumulada en algunos pocos que se la llevan al exterior. Entonces no discutimos la máquina sino que discutimos cómo se distribuye la riqueza que esa máquina viene a producir. Eso es lo que se discute en una paritaria. Eso lo que se discute SMATA, no que no pongan una máquina para hacer un auto, sino cómo esa riqueza de la máquina llega al bolsillo del trabajador. Los compañeros de subte son vanguardia en estas discusiones, con el tema de las seis horas discuten la riqueza, la plusvalía. Los medios, los que impulsan las novelas como «El Tigre Verón» nos quieren ubicar como si no quisiéramos el conocimiento, las máquinas, la tecnología. Lo recontra queremos. Pero estas máquinas, estas nuevas tecnologías no tienen que ser para bombas nucleares, ni para acumulación del capital, sino para el bien común.
SemanarioCTA: La tecnología debe venir para mejorar la calidad de vida del trabajador, para generar ámbitos más seguros de trabajo y no para reemplazar al ser humano
Eduardo López: Absolutamente. Vienen para estar al servicio del ser humano y del trabajador. Para reemplazar el ser humano, las puede querer el patrón. Ahora ese el problema del patrón. Ante eso, el Estado tiene que regular el producto de las nuevas tecnologías con vistas al bien común. El gobierno actual que hace es ayudarle al patrón a acumular y a reemplazar el trabajador. Donde hay mayor tecnología es en Alemania, que es uno de los lugares dónde están los sindicatos más fuertes del mundo, donde hay un Estado de bienestar y donde hay regulaciones. Usar las máquinas para reemplazar a los trabajadores es para los países donde no hay inversiones tampoco existen sindicatos y tampoco hay nuevas tecnologías.
SemanarioCTA:Hace unos días hubo un mensajero en bicicleta que tuvo un accidente muy fuerte en una de estas aplicaciones y la propia aplicación lo que le planteaba era: “¿cómo está el pedido?” El tipo tuvo la deferencia de avisar “me chocaron” y la preocupación era “¿cómo está el pedido?”. Ahí está es la cuestión más grave, usamos las tecnologías paravolver a una economía de servidumbre en la que cada vez tenemos más y más estos servicios como consumidores pero menos derechos como trabajadores o como seres humanos integralmente.
La anécdota es muy gráfica. La aplicación al trabajador no le decía nada. Es el patrón. La aplicación es el método, lo que se invisibiliza es el patrón. Cuando los trabajadores quisieron del sindicato, los reprimieron. Siempre es lo mismo. Pueden cambiar las herramientas pero siempre hay un patrón que quiere acumular y un trabajador que quiere la distribución de las ganancias, de las cuales también es parte, aún no siendo propietario de los medios de producción. Es marxismo puro esto. Las herramientas son secundarias. No es una aplicación “apolítica”, es una aplicación con un patrón. Ahí quien tiene que ir es el Ministerio de Trabajo a sancionar al patrón que le dijo “cómo está la mercadería”. Lo que necesitamos es un ministro de Trabajo que sancione a esos patrones y que regule las nuevas tecnologías. El mito que construye el patrón es que nosotros vamos con palos a romper las computadoras. Mentira. De hecho, por ejemplo, los maestros pedimos que vuelvan las computadoras y ustedes también siempre impulsan capacitaciones de nuevas tecnologías en comunicaciones, se hacen en la CTA también. Ahora están largando este curso de nuevas tecnologías en comunicación. Son herramientas. Están al servicio de la acumulación del capital o del bien común y de los trabajadores. Esta es la discusión. No fue la plataforma la que le dijo eso al trabajador. Fue el patrón que utilizó la plataforma, con el aval del gobierno para seguir explotando, por intermedio de esa plataforma, a ese trabajador.