La CTA Ciudad exige a Larreta un ingreso de emergencia complementario para salvar a los sectores de la producción y el consumo más castigados

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires se consolida como la jurisdicción argentina con más contagios de COVID-19. La curva de crecimiento de casos es alarmante y todo indica que, para evitar el colapso del sistema de salud, habrá que restringir más la circulación de personas.

Mientras la Ciudad se despega del resto del país, una campaña que promueve el fin de la cuarentena gana presencia en los medios de comunicación y las redes sociales. Utilizan la angustiante situación de monotributistas, cooperativas y pequeños comerciantes para promover la vuelta a las actividades económicas.

Sin embargo, los datos registrados tanto en la Argentina como en el resto del mundo demuestran que la apertura de los comercios no implica un mayor consumo. Para que haya actividad económica debe haber consumidores con ingresos. Mientras esto no suceda y, en tanto dure la pandemia, el Estado debe garantizar ese ingreso a quienes se ven impedidos de trabajar. Así es como sucede en los países con mayor desarrollo económico de Europa que muestran índices de PBI por persona similares a los de CABA, el distrito más rico del país.

Desde la CTA Ciudad proponemos que el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta garantice el sustento de quienes no pueden salir a trabajar mediante gravámenes específicos a los sectores que siguen obteniendo altos ingresos, pese a la crisis sanitaria. La lista de beneficiarios debe incluir a monotributistas, vendedorxs ambulantes, trabajadorxs de la vía pública y de cooperativas y pequeños comerciantes, entre otros. El GCBA tiene que obrar para que los sectores más afectados no se vean obligados a elegir entre el hambre o el Coronavirus.

Organizaciones sindicales como Vendedores Ambulantes Organizados (VAOS), la Unión de Trabajadores de la Vía Pública (UTVP), ambas integrantes del Frente Barrial de la CTA-CABA, piden un ingreso ciudadano de emergencia hasta tanto puedan salir a realizar su trabajo habitual. También solicitan asistencia en el acceso a medicamentos ya que, en su mayoría, carecen de Obra Social.

Cooperativas como el Hotel Bauen, La Cacerola y Gráfica Patricios, entre otras, reclaman que los salarios de sus trabajadorxs sean cubiertos por los estados nacional y de la Ciudad, tal como se hace con las grandes empresas a las que se les cubre hasta parte del sueldo de los puestos gerenciales con estos fondos públicos. Las cooperativas y pequeñas empresas generan muchos más puestos de trabajo que las grandes corporaciones y deben ser privilegiadas al momento de cubrir los salarios. Se trata de empresas autogestionadas por sus trabajadorxs que actualmente no están recibiendo la ayuda necesaria para sobrellevar los efectos de la pandemia.