LA DEUDA ES CON NOSOTRAS Y NOSOTRES: QUE LA PAGUEN QUIENES LA FUGARON

Hoy, 8 de marzo de 2022, el movimiento feminista ha vuelto a ocupar las calles masivamente. ¡Ni la pandemia, ni el empobrecimiento, ni la violencia machista que no toleramos más pudieron evitar que volvamos a decir que el 8 de marzo es el día internacional
de la huelga feminista! Hoy paramos en nuestros trabajos, en nuestras casas y de las
muchas maneras que podemos parar de hacer lo que los mandatos patriarcales nos
demandan. Estamos aquí, con el dolor y la rabia por las compañeras que nos faltan, por
la violación en grupo de la que somos testigos, porque es una conmoción nacional que
exige darlo vuelta todo. A un año de la desaparición de Tehuel, nuestro compañero trans
desaparecido mientras iba a buscar trabajo, seguimos exigiendo Aparición con vida Ya.
Con el juicio inminente contra Higui, lesbiana chonga y popular, por haberse defendido
de una violación en grupo. ¡Por la libertad de Milagro Sala, presa política!

Queremos celebrar y gritar que somos millones en el mundo porque esta fecha tiene
una historia internacionalista de las trabajadoras que la ha convertido en una jornada
de lucha y que hoy agitamos contra los tiempos de fundamentalismos reaccionarios,
misóginos y racistas.

Hoy, en este nuevo paro feminista, queremos gritar: ¡la deuda es con nosotras, con
nosotres, con nosotros! y ¡exigimos que la paguen quienes la fugaron! Desde estas
mismas calles que son nuestra casa venimos denunciando que la deuda externa, contraída en 2018 por el gobierno de Macri, es una guerra contra la posibilidad de vivir vidas
libres de violencias, vidas dignas y autónomas, para construirlas como las deseamos.
Sabemos que los ciclos de endeudamiento externo se imponen como mecanismos de
dominación colonial y como forma de intentar recortar la soberanía nacional en la toma
de decisiones estratégicas en materia económica, social, financiera, impositiva, laboral.
Ya vivimos el recorte de los presupuestos para políticas de género, el aumento de la
edad para jubilarnos; la caída de la moratoria previsional y su reemplazo por la paupérrima Pensión Universal para Adultos Mayores. ¡Nosotras, nosotres y nosotros sabemos
que los aportes que nos faltan los tiene el patriarcado y por eso también esta deuda es
con nosotres!

Fuimos mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans, no binaries en articulación transversal con las fuerzas políticas, sociales y sindicales de las que somos parte quienes hicimos el primer paro a Macri y quienes frenamos el proyecto de reforma laboral que, con
la excusa de la paridad gremial y laboral, quisieron imponernos. Somos quienes nos organizamos para resistir a la pandemia, quienes nos cuidamos del virus pero rompimos
el aislamiento para hacer más fuertes las redes feministas que nos sostuvieron contra
los desalojos, el hambre y la violencia machista. Somos quienes sostuvimos la lucha por
el aborto legal, seguro y gratuito y lo conseguimos en diciembre de 2020 en jornadas
históricas que siguen cruzando fronteras, alentando a otras compañeras en otras latitudes. ¡Hoy celebramos especialmente la conquista del aborto libre en Colombia!

Este 8M es especial porque se juega la posibilidad de nuestro futuro. Decimos que la
deuda es con nosotras, nosotres y nosotros y ¡que la paguen los que la fugaron!, quienes la convirtieron en especulación e inflación que sufrimos en nuestra vida cotidiana.
Volvemos a exigir que la justicia avance en la causa contra los imputados por la toma
de deuda externa y que se difundan los nombres y empresas que se apropiaron de los
dólares del préstamo y los fugaron al exterior. En el paraíso feminista no hay lugar para
los paraísos fiscales.

Hoy paramos y ocupamos las calles porque acá está la fuerza colectiva que nos permite
resistir y luchar por el mundo que queremos, hasta que todo sea como lo soñamos.

8M_Pliegodedemandas