El reconocimiento del derecho a la identidad de género en la Argentina cumple 10 años

Hoy celebramos los primeros 10 años de la ley 26.743 que reconoció la identidad de género como un derecho humano fundamental. La ley con la que dimos una contundente vuelta de página en la historia de judicialización, estigmatización, criminalización y patologización de las personas travestis, transexuales y transgénero.

Conmemoramos el décimo aniversario de una ley de vanguardia en el mundo, que permite el reconocimiento de la identidad de género autopercibida en el documento nacional de identidad a través de un trámite administrativo, donde lo único determinante para acceder al derecho es la expresión de la voluntad de cada persona, sin intervenciones judiciales ni médicas.

Además, es una ley que garantiza el derecho a la salud integral, y el acceso gratuito a tratamientos hormonales y/o tecnologías médicas para construir la propia expresión de género, cuyo acceso se debe mejorar y hacer efectivo en todas las instituciones públicas y privadas a lo largo y ancho de todo nuestro país.

Está ley hace del trato digno un derecho exigible y reconoce la identidad de género de aquellas personas que no hayan hecho el cambio registral, incluyendo a niñes y adolescentes en su artículo 12.

Desde la sanción de la ley, más de 10.000 personas trans hemos accedido al reconocimiento de nuestra identidad en el DNI, siendo alrededor de 2000 infancias y adolescencias trans, luego del DNI de Luana. Identidades feminizadas, masculinizadas y, recientemente, quienes nos posicionamos por fuera de la norma binaria de género hemos obtenido reconocimiento estatal, siendo de los más amplios a nivel global.

Sobre todo, reivindicamos el enorme valor simbólico de la ley: el Estado reconoce la igualdad en dignidad y derechos de todas las personas, independientemente de la identidad de género. Hoy, con la fuerza de la Ley, reivindicamos con orgullo que todas las personas travestis y trans somos merecedoras del mismo respeto, apoyo y valoración, en todas las etapas de nuestra vida. Condición necesaria para terminar con una historia plagada de humillaciones, exclusiones y violencias.

Hoy, cuando los derechos de las mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, personas trans, gays, intersex, no binaries y géneros diversos, están en el centro de los ataques de los conservadurismos religiosos y sectores antiderechos, es necesario poner en valor que hace diez años el reconocimiento a la identidad de género en ambas cámaras del Congreso contó con un amplio consenso del conjunto de los bloques parlamentarios. En el senado superó los dos tercios (55 votos a afirmativos) y en diputados casi alcanzó la mayoría especial (167 votos afirmativos), además de un gran apoyo social, sindical y cultural.

Desde este respaldo, que ha sido producto de la lucha y la militancia del movimiento travesti, trans y LGBTI+, reivindicamos el derecho a la identidad de género como una política de Estado y reclamamos el compromiso de todos los sectores políticos en su defensa.

En el marco de un gobierno comprometido con la agenda transfeminista, el reconocimiento de derechos abrió la posibilidad de iniciar un proceso de reparación e inclusión. Hoy convocamos a abrazar a lxs sobrevivientes de la exclusión laboral sistemática y la falta de oportunidades para construir un medio de subsistencia más allá de de la prostitución impuesta como destino y la violencia policial; a lxs sobrevivientes de la represión del Estado a través de Edictos Policiales que condenaban la homosexualidad y el travestismo; a lxs sobrevivientes del paradigma médico hegemónico que patologizó y estigmatizó a las identidades travestis, transexuales y transgénero; a lxs sobrevivientes que – en no pocas circunstancias – fueron expulsadas de sus hogares a muy temprana edad, echadxs de las escuelas y a quienes se les negó el acceso a la salud y al trabajo formal remunerado.

Por eso, además de no volver nunca más al calabozo, como exigían Diana Sacayan y Lohana Berkins, ¡reclamamos reparación histórica para las sobrevivientes de la sistemática violación de los derechos humanos por motivos de identidad de género y acciones afirmativas para incluir a las personas mayores travestis y trans en la seguridad social. ¡Inclusión y reparación YA!

A 10 años de la sanción de la Ley de Identidad de Género, queremos honrar a las compañeras que militaron y lucharon tanto para que sea una realidad, y que hoy ya no están entre nosotres: Lohana Berkins, Claudia Pia Baudracco y Diana Sacayán, y a todas las compañeras que lucharon en los territorios por este derecho: ¡Presentes!, ¡Ahora y siempre!, ¡Ahora y siempre!, ¡Ahora y siempre!

A 10 años de la ley, celebramos que gracias a la lucha, a la unidad de nuestras organizaciones y a la voluntad política del gobierno nacional, logramos primero, a través del impulso del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, el Decreto 721/2020 que estableció un Cupo Laboral del 1% en la Administración Pública Nacional, y luego, la sanción de la Ley 27.636 DE PROMOCIÓN DEL ACCESO AL EMPLEO FORMAL PARA PERSONAS TRAVESTIS, TRANSEXUALES Y TRANSGÉNERO “DIANA SACAYÁN – LOHANA BERKINS”.

A 10 años de la ley de Identidad de Género, celebramos que con ese cupo laboral travesti trans comenzó la reparación de décadas de exclusión y de condena al ejercicio de la prostitución como único mecanismo de subsistencia.

A 10 años de la ley de Identidad de Género, celebramos el reconocimiento de las identidades no binarias en el DNI y un CUIL sin género, con los que el Estado deja de imponer categorías de género para la identificación de las personas.

A 10 años de la ley de Identidad de Género, celebramos la conquista del aborto legal: después de décadas de lucha, la autonomía y el derecho a decidir fueron reconocidos para todas las personas gestantes, de la mano de un conjunto de políticas públicas con perspectiva de géneros y de erradicación de violencias vinculadas a la identidad de género y orientación sexual, en una sociedad que avanza en el respeto a la diversidad sexual.

A 10 años de la ley de Identidad de Género, celebramos también la institucionalización de las políticas de género y diversidad, la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, en la provincia de Buenos Aires y de áreas específicas en los gobiernos provinciales y municipales. Aplaudimos también la formación de espacios de diversidad en la inmensa mayoría de los partidos políticos, lo que contribuye a sentar las bases del desarrollo de políticas de Estado para garantizar los derechos humanos de las personas LGBTIQNB+, frente a la reacción conservadora que pretende restaurar su moral religiosa en el ordenamiento jurídico del Estado.

A 10 años de la ley de Identidad de Género, celebramos a las infancias y adolescencias trans y travestis que se abren paso ocupando y resistiendo en los espacios históricamente expulsivos para su comunidad. Exigiendo, además, que se les nombre y legitimen sus identidades, educando con su sola presencia y transformando cada lugar que habitan. celebramos a la juventud transfeminista, antirracista y LGBTIQNB+ que hoy abraza mayores niveles de libertad para expresar su libre orientación sexual e identidad de género.

A 10 años de la ley de Identidad de Género, también reclamamos protección, asistencia y medidas de prevención de los travesticidios y la erradicación del travesticidio social que condena a la desaparición y la muerte a nuestras compañeras y compañeros. En este sentido, exigimos ¡Justicia por Tehuel de la Torre! ¿Qué pasó con Tehuel?, ¡Exigimos una respuesta urgente del Poder Judicial!

Reclamamos una profunda reforma judicial transfeminista, porque necesitamos una justicia sin prejuicios racistas, de género, ni de clase, para investigar y castigar los crímenes motivados por el odio a la libre expresión de las orientaciones sexuales e identidades de género no heterocisnormadas: que se reconozcan y apliquen las figuras penales Travesticidio, Transfemicidio, y Transhomicidio, porque tanto el agravante de crimen de odio como el de violencia de género atraviesan los ataques que sufrimos. Porque es necesaria la deconstrucción del poder judicial para implementar una perspectiva de género y diversidad sexual que garantice un verdadero acceso a la justicia.

A 10 años de la ley de Identidad de Género, seguimos organizades y luchando por la vida digna para todas las personas travestis-trans, para que se garanticen nuestros derechos en todo el país. Por nuestro derecho a una vida libre de violencias, al acceso al trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda.

¡Viva la Ley de Identidad de Género!

¡Viva la Ley de Cupo e Inclusión Laboral Travesti Trans Diana Sacayán – Lohana Berkins!

¡Ahora vamos por la reparación histórica de la violencia institucional por motivos de identidad de género! ¡Inclusión y reparación YA!